En un barrio muy cool y de moda de Nueva York que todos conocemos como el "Soho" un chef francés de nombre Dominique Ansel tuvo la genial idea de unir dos iconos de la repostería, el de su natal Francia: el croissant y el de los Estadounidenses: el donut y de esta idea nació un pequeño llamado: CRONUT, el cual no es más que una masa laminada rellena de crema con una capa ultracrujiente glaseada pero que vuelve loco a los norteamericanos cada día a tal punto que la gente hace fila desde las 6 de la mañana para poder llevarse a la boca este majar o bien revenderlo y ganarse un extra, por este motivo el francés optó por hacer 200 cronuts al día y limitar la venta a 2 piezas por persona para que la mayoría pueda deleitarse con su invento. Le han preguntado si piensa comercializarlo por el éxito que ha tenido pero él es fiel a sus principios reposteros y no quiere comprometer la calidad y el sabor de sus productos.
Cada mes cambia de sabor para que no se aburra el público, este mes son de limón y tienen atemorizados a los famosos y ya no tan "in" cupcakes que reinaban con su poderío las calles de Manhatan, lo que me hace pensar si será una moda pasajera o le quitarán la corona definitivamente a esos pequeños y esponjosos amigos.
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